
Hablemos de Salud Mental
Wednesday, 19th February 2025
Palabras del Doctor Ramón Tallaj
Distinguidos invitados.
Ante todo, saludar y agradecer por su presencia al Sr. ministro de Salud Victor Elías Atallah, A Monseñor Francisco Ozoria, arzobispo Primado de Santo Domingo.
A su Excelencia Monseñor Piergiorgio Bertoldi, Nuncio Apostólico de su Santidad en Republica Dominicana, Al Sr. Rector de la Universidad Católica Santo Domingo, P. Dr. Jose Luis de la Cruz, que acoge el evento en esta casa, A todos los colegas médicos que nos acompañan, estudiantes y demás miembros de instituciones médicas.
Apreciados amigos y amigas.
Sean bienvenidos a la realización de este IV FORO SOBRE MEDICINA Y SALUD, patrocinado por varias instituciones entre las que se encuentran SOMOS, organización al servicio de la salud que presido, y la Fundación Dominicana que lleva mi nombre. Agradezco especialmente a la Arquidiócesis de Santo Domingo y a la Universidad Católica Santo Domingo su acogida.
Celebramos este Foro en coincidencia con la XXXIII Jornada Mundial del Enfermo. El mensaje del Santo Padre Francisco, enfatizado tanto en su magisterio, como en las palabras que inauguraron la jornada mundial de reflexión, oración y solidaridad con los enfermos, debe ser una invitación, especialmente a los profesionales de la salud, a abrazar los valores humanos y evangélicos que sostienen la medicina.
Al mismo tiempo, realizamos este Foro en un contexto eclesial mayor: el del Año Jubilar en el que nos encontramos y con el que el Papa ha querido exhortarnos, en nuestro ser y quehacer cotidiano, a vivir como peregrinos y testigos de la ESPERANZA.
Hemos querido enfocarnos en la temática médica sobre SALUD MENTAL y, ojalá, nos encamináramos a descubrir en la dimensión humana y cristiana de la ESPERANZA, la mejor cura, el mejor remedio, la mejor terapia médica para salvar y sanar a todos los que padecen enfermedades mentales.
Hoy van siendo cada vez más públicos y abundantes los diagnósticos sobre enfermedades mentales y, al mismo tiempo, vamos siendo más conscientes, más informados y enterados sobre las múltiples y muy complejas causas de orden personal, familiar y social que atentan contra la salud mental del ser humano, de todos los seres humanos.
Abundan motivos para la desesperanza y la angustia, mismos motivos que ocasionan enfermedades mentales. En atención a la brevedad y sin pretender hacer un exhaustivo examen de la realidad que nos circunda, no ignoramos la competencia y presiones a las que nos somete la vida en la sociedad actual, los cambios vertiginosos, las enormes exigencias cotidianas de todo tipo, los antivalores y los falsos e inalcanzables modelos y estilos de vida que exhiben los medios de comunicación y las redes sociales, el aislamiento social y la soledad, las urgencias económicas, la intolerancia y la discriminación, además de eventos traumáticos, factores biológicos y psicológicos, etc. Estos, y otros aspectos, explican la necesidad de buscar – en el campo de la medicina - alternativas para asegurar la salud mental de todos.
Las soluciones que, por ahora, asoman tienen que ver con la promoción del tema de la salud mental, como lo estamos haciendo en este Foro y en contra de un silencio ignorante y cómplice que tantas veces conduce a la estigmatización, a la desesperación y al suicidio.
Teniendo en cuenta que las soluciones no son únicas ni válidas universalmente y por igual para todos los pacientes, se insiste también en la necesidad de instituciones y de programas de justicia social integral para sanar estos padecimientos. También, en la necesidad de proximidad y cercanía fraterna y solidaria para que los pacientes encuentren espacios de apertura en los cuales resolver sus angustias. Otros apuntan a la reducción del estrés social, etc.
La Organización SOMOS, tiene como visión fundamental e institucional velar por la salud, de manera primaria, familiar, cercana, personal y en la misma cultura y lengua de los pacientes, por parte de profesionales de la medicina, también inmigrantes, como la mayoría de las comunidades periféricas y vulnerables que atendemos en la ciudad de Nueva York. Con nuestra labor médica, coordinada y desarrollada de esta manera, pretendemos ofrecer, brindar a y aproximar esperanza a los destinatarios de nuestro servicio médico y empresarial.
Porque la esperanza es la que mueve nuestro ser y actuar en el mundo. En un mundo en el que tantos se quejan y sufren de una pérdida de sentido, de norte, de dirección para vivir, urge que construyamos condiciones personales, familiares y sociales para la esperanza.
Sin motivos para la esperanza no vivimos. Sin motivos para esperar desaparecen las ganas de vivir y por ello mismo se afecta la salud. Por el contrario, vivir-en-esperanza nos da mayor resiliencia en la vida, mejora nuestro sistema inmunológico y con ello, se genera en el paciente una recuperación más pronta de la salud y a todos nos produce mejor y mayor calidad de vida.
La misión evangelizadora de la Iglesia nos compromete a todos los discípulos de Cristo a cumplir su misma misión, la de salvar-sanar integralmente a todo el hombre y a todos los hombres, mediante todas las profesiones y especialmente desde el ejercicio de la profesión médica, procurando la “vida abundante” (Jn 10,10) y nunca la muerte, para ser y hacer del mundo – como Jesús lo fue en su tiempo - un espacio de solidaridad fraterna y universal, un espacio de misericordia y consolación, un espacio de esperanza y descanso para “todos los que están cansados y agobiados…” (Mt 11,28ss).
A todos nos desafía la construcción de un mundo en el que todos, con sus “cadaunadas”, como lo expresaba el gran Unamuno, sientan pertenecer y se sepan valiosos, valorados y amados. La teóloga y profesora de la universidad de Georgetown in Washington, Elizabeth Antus, escribe sobre la salud mental y nos desafía a la construcción de familias y sociedades “más habitable(s) emocionalmente”.
¡Muchas gracias!
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